Contamos con Robert Pell, fundador y director general de Minviro, una consultora británica que ayuda a empresas del sector de las materias primas a asesorar, evaluar, cuantificar y mitigar sus impactos medioambientales.
Robert, ven conmigo al plató. Robert, bienvenido a Global Trends.
Gracias por invitarme.
Tienes formación como geólogo, has trabajado en la industria minera y la empresa que has fundado, según tengo entendido, se basa en tu doctorado.
Sí, así es. Nos centramos en cuantificar el impacto medioambiental de la producción de materias primas para la economía, teniendo en cuenta la intensidad de CO2, los distintos equipos, la energía usada en la planta de procesamiento...
¿Ayudas a las empresas a entender el impacto de sus procesos?
Sí, a cuantificar el impacto, pero también a crear planes para reducirlo, ayudándoles a conocer qué pueden hacer para que sus proyectos mejoren en términos de sostenibilidad.
Maravilloso. Es la tendencia que ha descrito Craig, trabajar con altos directivos para pasar de las palabras a los hechos en cuanto a sostenibilidad. Claramente viste una oportunidad para aprovechar eso con tu negocio. ¿Has cumplido tus expectativas?
Sí, por supuesto. Una de las áreas clave que más éxito ha tenido es la de los materiales con una baja emisión de carbono. Por ejemplo: litio, níquel y cobalto. Hemos trabajado en más de 170 proyectos comerciales desde nuestra fundación en 2019, y esto es en cuanto a minería y metales en el sector de refinación, pero también trabajamos con quienes los consumen. Por ejemplo, hemos trabajado con Tesla para ver su impacto en la cadena de suministro de sus baterías.
Trabajáis en todas las etapas.
Sí.
Estupendo. En cuanto a la cadena ascendente, otros invitados han comentado la demanda de estos materiales para apoyar la transición energética. Parece algo contradictorio que tengamos esta oportunidad de descarbonización y necesitemos estos minerales y metales para conseguirla. ¿No estamos simplemente moviendo el problema a otra parte?
Es una muy buena pregunta, y es lo que queremos resolver con las evaluaciones sobre la vida útil. Se adopta un enfoque holístico. Por ejemplo, cuando trabajamos con un fabricante de baterías o de vehículos eléctricos, nos planteamos si la electrificación es mejor que la combustión. Observamos un historial completo de producción y uso, comparándolo desde un punto de vista medioambiental, y no solo en una categoría concreta.
¿Y cuáles son algunas de esas categorías? El cambio climático es una de ellas, supongo.
Sí, el cambio climático es quizá la más conocida, pero cuando se trata de extraer materiales del suelo y procesarlos, puede afectar a la transformación de la tierra, al uso del agua dulce, a la toxicidad o incluso en la biodiversidad.
Entiendo. ¿Y puedes ayudarnos a explicar qué implica el análisis del ciclo de vida? ¿Por qué interesa tanto a las empresas?
Buena pregunta. En principio, cuando se hace un análisis del ciclo de vida se recopila un inventario de los insumos materiales y energéticos, así como de todas las emisiones, ya sean terrestres o acuáticas, y se traduce en impactos medioambientales, como ya he mencionado antes. Es importante por varias razones para las empresas que realizan los análisis. Primero, las empresas quieren mejorar, pero también hay un motor económico. Estas empresas corren riesgos si no comprenden su impacto medioambiental. Lo hemos visto en otros sectores, por ejemplo, en las minas de carbón, que solían tener un gran valor, pero que ahora ya no lo tienen. Haciendo un análisis del ciclo de vida se puede comprender dónde están los riesgos medioambientales y qué proyectos hacer en un futuro.
Gracias por la aclaración. Es increíble. En el último programa hablamos con un invitado que dio el ejemplo de las minas de Chile que utilizan plantas desalinizadoras en lugar de extraer agua dulce. Están aprovechando su propia agua, al igual que otras empresas se están centrando en obtener energía renovable para sí mismas. ¿Cómo se incorporan este tipo de factores al análisis de ciclo de vida?
Sí, esto es muy importante. Cuando hacemos el análisis para proyectos en fase de desarrollo o que están en funcionamiento, se plantean varias situaciones, como la opción de desalinización en comparación con la obtención de agua dulce. Pero también podría aplicarse a las energías renovables, tanto si invierten capital en un parque solar in situ como si se conectan a la corriente original. Así que hay muchas posibilidades que comparar, y nosotros podemos poner de relieve el potencial medioambiental de cada una de ellas, pero también podemos ofrecer un contexto económico.
Estupendo. Hemos hablado mucho de la cadena de suministro ascendente, las empresas que extraen materiales. Deben cumplir las expectativas de reguladores y accionistas. Pero en la descendente... Has mencionado tu trabajo con Tesla. ¿Hasta qué punto esa cadena descendente, que ahora se vuelve ascendente, es por la presión de los consumidores? ¿Y cómo crees que podría evolucionar en los próximos años?
Hay más presión proveniente de la cadena descendiente. He mencionado a Tesla, pero el ecosistema de las baterías es bastante puntero. En la UE hay normativas que están en proceso de desarrollo, como los requisitos de huella de carbono, que obligan a revelar las emisiones de carbono de las baterías. Y también habrá límites máximos en cuanto a sus emisiones de carbono, incluida la cadena de valor de la que vienen. Y eso incluiría de dónde viene el litio o el níquel. Existe una gran presión para entender el impacto en las cadenas de suministro. Las baterías son la tecnología líder, pero vemos los mismos parámetros y requisitos para otras tecnologías.
¿Qué otros usos tienes que tener en cuenta para tus clientes?
Hay una tendencia: las tecnologías con bajas emisiones de carbono. Trabajamos con energía fotovoltaica, el sector eólico, partes de vehículos eléctricos... Me interesan mucho los motores eléctricos y las tierras raras, sobre las que empecé mi doctorado, y también los elementos del platino, cruciales para la transición del hidrógeno. Pero nos centramos en el impacto de la producción de las materias primas porque si queremos bajar las emisiones de carbono, hay que centrarse en las materias primas que las producen. Si realmente queremos tener una economía sostenible con bajas emisiones de carbono, debemos producir estas materias primas de forma sostenible.
Robert, nos has dado una visión general de tu negocio. Muchas gracias. Pero antes de pasar al debate, ha llegado el momento de la sección ¡Pregúntanos!. Te voy a hacer una pregunta de nuestras redes sociales. A ver qué tal esta. ¿Listo?
Estoy listo.
Muy bien. ¿Cómo evolucionará el análisis de ciclo de vida en los próximos 5-10 años? Voy a reformular la pregunta: ¿tendrá que cambiar tu negocio para hacer frente a la demanda de evaluaciones de criterios ESG?
Buena pregunta. En este sector tan cambiante, somos a la vez tecnología y consultoría. Tenemos la parte tecnológica, porque la consultoría puede tardar hasta seis meses en realizar estas evaluaciones, muy lento para lo que la industria demanda hoy en día. Hemos creado herramientas para ayudar a las empresas a agilizar algunos de estos procesos. Si tuviera que predecir el futuro de estos análisis, habrá más tecnología, más flujo de datos y más informes de alta precisión.
Gracias, Robert. Buena suerte con Minviro. Te veo en el debate, que será en un momento.